Todos apuntan a la misma dirección: el uso de pagos digitales

En Ecuador, la mayor participación en el monto transaccionado en 2021 se dio a través del canal físico ventanilla, que tuvo una participación del 39,8% (USD 108.656 millones) respecto a todos los canales habilitados para las transacciones bancarias.

Este canal sigue siendo el preferido para efectuar pagos y cobros, aunque redujo su participación en 15,2 puntos porcentuales frente a 2019, año prepandemia del coronavirus, según el último estudio de la Asociación de Bancos Privados del Ecuador (Asobanca), denominado “El avance de la banca digital en Ecuador” (Julio, 2022).

 

La pérdida en participación de ventanilla se explica por el espacio que ganan los canales digitales de Internet y móvil, lo que beneficia la inclusión financiera.

Según el estudio, el canal Internet se vuelve cada vez más relevante en el monto transaccionado, alcanzando una participación de 38,5% en 2021, 5,6 puntos porcentuales más que los mismos registros de 2019.

 

El apalancamiento de los canales digitales representa un beneficio para el sistema financiero, para el Estado y para el ciudadano, pues el uso de estos medios es más ágil, seguro, eficiente y menos costoso.

Sin embargo, en Ecuador todavía predomina el uso de canales físicos y remotos (ventanilla y cajero) que implican uso de dinero en efectivo.

 

A tomar en cuenta

En una economía dolarizada, dice el estudio de la Asobanca, el uso de efectivo no solo tiene un costo mayor, sino que genera ineficiencias de costos para los usuarios, así como acarrea desafíos en materia de seguridad.

Un informe de la Asociación Bancaria y de Entidades Financieras de Colombia (Asobancaria) de 2021 denominado “El papel de los medios de pago: un análisis de los problemas asociados al efectivo y los pagos electrónicos como alternativa” reveló que el uso de efectivo acarrea una variedad de ineficiencias que recae sobre los clientes, empresas y gobiernos.

La conclusión ocurre pese a que el efectivo ha sido el medio -históricamente- preferido por los clientes en Sudamérica, aunque los avances de la tecnología han permitido a las instituciones financieras y a los estados ha reinventarse constantemente. Estos son los principales problemas que acarrea el uso de efectivo, según Asobancaria:

 

  • La pérdida de tiempo de una persona para conseguir dinero en efectivo en un cajero automático.
  • Dificultades para ahorrar a largo plazo, invertir en capital de trabajo y cotizar para la jubilación.
  • Costos financieros para las empresas: aceptar efectivo y cheques le cuesta USD 0,07 por dólar recibido en comparación con los USD 0,05 por dólar recaudado de fuentes digitales.
  • El incremento de riesgo de delitos, como fraude.
  • El uso de efectivo le genera ineficiencias al Estado porque incurre en costos asociados a la logística y seguridad de entregar el dinero en efectivo.

Expertos financieros de Ecuador también señalan que otro efecto negativo de usar dinero en efectivo es el costo para una entidad bancaria de trasladar dinero -por medio de un vehículo blindado- hasta una agencia bancaria: Y, ese proceso, puede ocasionar robos y otro tipo de inseguridades.

En tanto, el Banco Central del Ecuador reconoce los múltiples beneficios a los usuarios de usar canales electrónicos y medios de pagos digitales. Por un lado, brinda seguridad, pues el usuario no necesita acudir físicamente al banco o cooperativa portando billetes o monedas. Además, el uso de canales digitales garantiza que el pago o recepción de dinero llegue hasta la cuenta bancaria de destino.

Además, economiza tiempo, evita los traslados y las filas y las personas pueden usar los medios digitales a cualquier hora del día.

 

Fortalecimiento de la dolarización

Ante ese contexto, el estudio técnico de la Asobanca señala que el desincentivo de canales físicos (uso de efectivo) es clave para impulsar mayor seguridad, agilidad, menores costos y eficiencia para los usuarios. Todo eso está encaminado al fortalecimiento de la dolarización.

 

“En Ecuador, resulta crucial impulsar que personas y empresas transiten hacia la digitalización mediante la reducción de costos de transacción para medios de pago digitales (móviles e internet)”.

Asobanca

La tarea de transitar hacia la digitalización tiene sus desafíos. El Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC) señala que el porcentaje de hogares con acceso a internet a escala nacional alcanzó el 53,2% en 2020, un 7,7% más que 2019.

El Banco Central señala que esta estadística refleja la urgencia de “cerrar la brecha de acceso a internet como primer paso para impulsar la transformación digital”.

Pero, el Banco Mundial advierte que el avance de la digitalización de los pagos bancarios no debe derivar en la exclusión de las poblaciones vulnerables, como los que no tienen acceso a la tecnología, los ancianos, los discapacitados y las personas que viven en zonas aisladas.

Por eso, la Asobanca recomienda la capacitación y el fomento de uso de medios de pagos digitales que permitan una mayor inclusión financiera.