Claves para comenzar a ahorrar con pocos ingresos

Quién no ha tenido épocas de “vacas flacas”, en donde ha sido necesario ajustarse el bolsillo, debido a mayores gastos, a imprevistos financieros o quizás a menores ventas en los negocios o la pérdida de un empleo.

Estas situaciones, acompañadas de una mala planificación financiera a nivel personal, ocasiona que el dinero no alcance hasta el fin de mes, lo que se convierte en todo un desafío de tratar de cumplir con las obligaciones financieras comunes.

Por eso, comenzar a ahorrar resulta muy importante, pero puede ser complicado, especialmente cuando los ingresos son limitados. Sin embargo, hay varias claves que permiten a las personas ahorrar, incluso cuando los ingresos personales son bajos. Entre ellas:

1.- Adoptar metas de ahorro realistas: Todas las personas deben definir metas de ahorro realistas que permitan cumplir con sus objetivos de ahorro.

El informe del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) denominado “Construyendo un futuro mejor para todos: Una visión de las finanzas para el desarrollo”, advierte que las personas deben tener un plan claro para comenzar a ahorrar, para priorizar sus gastos y para tomar decisiones informadas sobre cómo utilizar su dinero, especialmente a la hora de atender una emergencia o para cumplir metas a largo plazo.

2.- Reducir gastos innecesarios: Un elemento clave para ahorrar es reducir los gastos innecesarios. Según el estudio “Reduciendo la desigualdad de ingresos y mejorando el bienestar en América Latina y el Caribe» del Fondo Monetario Internacional (FMI), las personas con escasos ingresos gastan en mayor proporción en transporte, vivienda y alimentos. Una de las recomendaciones para reducir los costos de estos ítems es cocinar -con más frecuencia- en casa, en lugar de comer en un restaurante y, a la hora de arrendar, por ejemplo, buscar opciones de viviendas más asequibles.

3.- Ahorrar lo que se pueda, pero de forma planificada: Si una persona tiene pocos ingresos, una de las recomendaciones es ahorrar aunque sean pequeñas cantidades de dinero, lo que marcará la diferencia en el largo plazo.

Según el estudio del BID antes mencionado, ahorrar solo el 5% de los ingresos mensuales puede generar una gran diferencia en el futuro. Entre esos ahorros está: guardar el cambio sobrante (o vuelto) en un frasco o en un lugar seguro; o ahorrar una cierta cantidad de dinero cada semana, que, con el paso del tiempo, servirá para cumplir metas.

Al respecto, Asobanca recomienda aplicar el método 50/30/20:

El 50% de tus ingresos debes destinarlos a cubrir gastos fijos, aquellos que se repiten mes a mes, o año a año.

 

    • Vivienda: hipoteca, alquiler y mantenimiento
    • Servicios básicos: luz, agua y calefacción
    • Educación
    • Transporte
    • Alimentación

El 30%, en cambio, debe ser destinado a cubrir gastos variables, aquellos que solo son algunas veces al año, o de forma puntual.

 

    • Ocio y tiempo libre: paseos, comida en restaurantes, cine, ropa, entre otros.

Y, el 20% de los ingresos mensuales destinarlos al ahorro.

4.- Usar herramientas financieras: Las cuentas de ahorro y las aplicaciones de gestión de gastos son algunas de las herramientas financieras que permiten a las personas ahorrar y controlar sus gastos. Según el artículo «Las nuevas tecnologías y la inclusión financieras en América Latina y el Caribe» de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), utilizar herramientas financieras ayuda a tomar decisiones financieras más informadas y establecer metas de ahorro realistas.

 

Reducir o eliminar malos hábitos

Para emprender un método de ahorro es necesario que la persona identifique cuánto está gastando cada mes. Y para ello, es necesario eliminar o tratar de reducir algunas costumbres financieras:

 

    • Reducir los gastos hormiga: Este tipo de compras son frecuentes, como comidas fuera de casa, salidas con amigos, membresías sin usar, vestimenta, entretenimiento, entre otros. Estos son algunos de los gastos que se evidencian, sobre todo, en las personas solteras. Lo más recomendable es destinar un porcentaje del ingreso mensual a estos gastos, sin sobrepasar el 30% de los ingresos de cada mes.
    • Compras por impulso: Este tipo de compras son realizadas sin analizar si son necesarias o no y es posible que sean utilizadas en una sola ocasión.

El dinero que se ahorra permite afrontar situaciones de emergencia, como una enfermedad o quedarse sin trabajo; alcanzar metas de corto plazo, como comprar bienes y servicios más costosos (por ejemplo, una computadora, un celular, irse de vacaciones) o de más largo plazo, como comprar una vivienda o un automóvil; y da seguridad y bienestar a futuro.

 

Otra de las recomendaciones que se exponen en las campañas de educación financiera es que las personas establezcan una meta de ahorro, es decir, un objetivo claro. Esta meta debe ser concreta y alcanzable, estableciendo un plazo definido para conseguirla. En caso de tener varias metas, es conveniente que la persona defina prioridades y determine qué metas pueden esperar un tiempo más.

En definitiva, comenzar a ahorrar teniendo pocos ingresos puede ser un desafío. Sin embargo, con la planificación, la persona puede comenzar a ahorrar con poco dinero, permitiéndole cumplir con sus metas y objetivos a corto y mediano plazo.